Entender la demencia
En general los primeros signos son las quejas de memoria, el paciente está más repetitivo, no recuerda los recados, es más rutinario en la cocina, se hace un lío en las transacciones bancarias. Le cuesta evocar el nombre de las personas. En ocasiones no lo reconoce y puede mostrar irritabilidad cuando el familiar le recrimina sus olvidos.
Hay pacientes que consultan por alteraciones mentales pero no son tan severas como para cumplir los criterios de demencia pero que son más importantes que las que se producen en el envejecimiento normal. Nos encontramos ante lo que llamamos deterioro cognitivo leve. Debemos tenerlo en consideración porque en un 30% de los casos desembocará en una demencia y podremos intervenir en fases más precoces.
En la actualidad desafortunadamente no existe un tratamiento curativo para las demencias degenerativas, tenemos una serie de estrategias farmacológicas y no farmacológicas que intentar retrasar o enlentecer el proceso de la enfermedad. Para la enfermedad de Alzheimer hay dos grupos de agentes terapéuticos que se utilizan según la fase de la enfermedad.
En cuanto al diagnóstico se investigan pruebas que permitan hacer el diagnóstico de la enfermedad antes que el síndrome demencial se encuentre ya establecido: entre ellos de especial interés son los marcadores biológicos en el líquido cefalorraquídeo, se encuentran ya disponibles en algunos centros, pero queda por determinar claramente el valor en el sujeto normal y en el sujeto potencialmente afecto.
En cuanto al tratamiento existen múltiples líneas de investigación, en consonancia con la complejidad de la demencia. Sin embargo a pesar de los avances, aun nos encontramos lejos del descubrimiento de un tratamiento curativo. Debemos huir por ello de los titulares sensacionalistas en periódicos y televisión que anuncian una solución inmediata de la enfermedad de nuestro familiar.
Cuidar al paciente
Las intervenciones no farmacológicas (todas aquellas en las que no se utilizan fármacos) de apoyo psicológico constituyen una alternativa eficaz y complementaria al tratamiento farmacológico.
Existen dos grupos de intervenciones no farmacológica:
Van dirigidas a la resolución de problemas concretos del comportamiento del paciente.
Se trata de comprender cómo y cuándo se produce una alteración de la conducta para modificar aquellas acciones que la provocan.
Cada intervención variará en función del estadio de la enfermedad y de las discapacidades de cada paciente.
Técnicas dirigidas a trabajar los trastornos de la cognición que el paciente presenta, con el objetivo de minimizarlos para que sea autónomo el mayor tiempo posible.
La intervención cognitiva se puede llevar a cabo a través de múltiples técnicas:
Estimulación cognitiva
La intervención cognitiva consiste en un conjunto de técnicas que facilitan el mantenimiento de las distintas capacidades intelectuales o cognitivas de los pacientes con demencia.
La aplicación de estas técnicas facilita que los pacientes mantengan aquellas funciones que, aunque deterioradas, no han perdido y en consecuencia puedan preservarlas al realizar las actividades de la vida diaria tales como utilizar utensilios en la cocina, para el afeitado o para la higiene, vestirse y comer solos, etc., y de esta forma podemos ayudarlos a mantener su independencia y calidad de vida.
De hecho las técnicas cognitivas deben entenderse como un complemento al tratamiento farmacológico específico que se le ha instaurado al paciente por parte de su médico. Está científicamente comprobado, que si combinamos ese tratamiento farmacológico con una técnica cognitiva adecuada al diagnóstico de demencia, a la fase evolutiva de la enfermedad y al nivel educacional del paciente, se consigue mejorar y prolongar el beneficio de los fármacos empleados así como obtener buena respuesta terapéutica en las demencias.
Cuando hablamos de buena respuesta terapéutica en las demencias, nos referimos a pequeñas mejorías cognitivas como pueden ser:
También resulta un ejercicio importante, el hecho de recordar objetos que el paciente ya conocía, reconocer las formas, texturas, colores o músicas ya adquiridos en la experiencia previa del paciente a lo largo de su vida.
Consejos sencillos de actividades que puede realizar el paciente en el domicilio, para facilitar los cuidados que realiza usted diariamente:
Consejos sencillos de actividades que puede realizar el paciente en el domicilio, para facilitar los cuidados que realiza usted diariamente: