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Recomendaciones para el cuidador y el paciente con Alzheimer

Estadio Leve

Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer es una patología neurodegenerativa que afecta a un 10% de las personas de más de 65 años. Su causa no es muy bien conocida, y presenta unos rasgos clínicos, neuropatológicos y neuroquímicos característicos.

¿Cómo evoluciona la enfermedad?

La enfermedad de Alzheimer se inicia de forma lenta y continúa agravándose progresivamente en diferentes etapas. Las características clínicas de cada una de estas etapas demuestran el curso progresivo de la enfermedad.

Alzheimer en
estadio leve

Esta guía pretende resolver las dudas en torno a esta etapa y aportar los consejos básicos para facilitar la vida cotidiana de pacientes y familiares.

Alzheimer en
estadio moderado

Esta guía aporta recomendaciones prácticas sobre las diferentes actividades de la vida diaria: higiene, alimentación, comunicación, seguridad, etc., que serán de gran ayuda para el cuidador.

Alzheimer en
estadio avanzado

En esta guía se recoge la información básica sobre las ayudas sociales y asistenciales a las que pueden optar las personas que se encuentran en esta situación de dependencia y sus familiares.

Alzheimer en estadio leve

Alzheimer en
estadio leve

Esta guía pretende resolver las dudas en torno a esta etapa y aportar los consejos básicos para facilitar la vida cotidiana de pacientes y familiares.

Alzheimer en estadio moderado

Alzheimer en
estadio moderado

Esta guía aporta recomendaciones prácticas sobre las diferentes actividades de la vida diaria: higiene, alimentación, comunicación, seguridad, etc., que serán de gran ayuda para el cuidador.

Alzheimer en estadio avanzado

Alzheimer en
estadio avanzado

En esta guía se recoge la información básica sobre las ayudas sociales y asistenciales a las que pueden optar las personas que se encuentran en esta situación de dependencia y sus familiares.

¿Cómo podemos adaptarnos y hacer frente a los problemas de memoria?

A pesar de que no existe un único método para paliar los problemas de memoria, disponemos de varias estrategias que pueden ayudarnos a compensarlos y reducirlos. Entre las distintas estrategias, destacamos las siguientes:

Modificar el entorno

Una forma efectiva de ayudar a las personas con problemas en su capacidad de recordar consiste en adaptar el medio físico para que sean menos dependientes de su memoria. Estas adaptaciones se irán modificando en función de la gravedad del deterioro.

Recomendaciones

  • Dejar un cuaderno de notas al lado del teléfono para anotar las llamadas y los mensajes.
  • Anotar la información relevante en una pizarra o sobre un pósit en la nevera.
  • Crear rutinas de guardar en lugares fijos las cosas de uso frecuente, como las llaves, las gafas, el monedero…
  • Poner etiquetas en armarios y cajones para recordar dónde están las cosas y dónde deben guardarse. En fases más avanzadas, pueden ponerse etiquetas en las puertas para recordar los usos de las habitaciones y de las estancias de la casa.
  •  Reducir la carga cognitiva que supone recordar cuál es su toalla, su cepillo de dientes, etc., dejando dichos artículos en un lugar donde sólo se encuentren los del enfermo y éste no tenga que discriminar cuáles son los suyos y cuáles los de los demás.

Usar ayudas externas (las llamadas «prótesis mnésicas»)

Aunque la mayoría de las personas utilizamos ayudas externas cotidianamente, éstas resultan especialmente útiles cuando realmente existen problemas de memoria que dificultan el aprendizaje de la información reciente y el recuerdo.

Recomendaciones

  • Usar agendas y diariosdonde anotar no sólo las tareas que se van realizando sino también las futuras. Un simple vistazo permite reorientarnos en el pasado, el presente y el futuro. Se aconsejan agendas de «semana vista», y crear el hábito de anotar y revisarlas.
  • Elaborar listados de las cosas que deben llevarse a cabo o comprarse, o de las llamadas que es preciso realizar…
  • Un reloj con alarma puede ayudarnos a recordar que debemos realizar una determinada acción.
  • Utilizar calendarios de tipo almanaque para anotar citas con médicos, encuentros con amigos, vencimientos de facturas…
  • El uso de pastilleros con identificación numérica o escrita del día y el horario (mañana, tarde, noche) favorecerá no olvidarse de tomar la medicación y evitará.

El beneficioso uso de las rutinas

Las rutinas para cada día y cada semana pueden ayudar a reducir los problemas de memoria y facilitar la orientación temporal. Seguir una rutina permite predecir qué ha pasado y qué pasará. Las actividades, tareas o acontecimientos pueden anotarse en un diario o calendario.

Recomendaciones

  • Saber que un día determinado acude un nieto a comer no sólo permite tener preparada la comida para la ocasión, sino también conocer en qué día estamos.

Bienestar general

Con frecuencia pueden aparecer problemas emocionales, como tristeza o irritabilidad, ante las dificultades cognitivas. En el caso de que estos sentimientos emerjan, se aconseja poder expresar los citados problemas con personas allegadas y/o queridas, ya que saberse comprendido puede proporcionar alivio y tranquilidad, colabora a facilitar nuestra adaptación, y puede ayudarnos a usar estrategias para hacer frente a estos problemas.

¿Existe algún tipo de ejercicio físico o intelectual que pueda retrasar la evolución?

Tanto el ejercicio físico como el intelectual pueden considerarse estrategias terapéuticas (no farmacológicas) beneficiosas en el desarrollo de la evolución de la enfermedad de Alzheimer. La influencia del ejercicio físico en dicha evolución puede no sólo ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad, sino que además podría tener un cierto papel protector sobre el riesgo de padecerla.

Actividad motora

Estimulación cognitiva

La actividad motora (caminar, correr…) en la enfermedad de Alzheimer permanece intacta durante mucho tiempo y permite la realización de ejercicio físico. Los beneficios más importantes de esta actividad son: mejora el funcionamiento del corazón, estimula la correcta oxigenación de los tejidos mediante la respiración, genera una sensación gratificante de bienestar y control motor sobre uno mismo, ayuda a mantener relaciones sociales si se realiza en grupo y en ámbitos deportivos, y mejora el rendimiento cognitivo.

La estimulación cognitiva debe considerarse una intervención terapéutica complementaria al tratamiento farmacológico en la enfermedad de Alzheimer. Se basa en la capacidad plástica de nuestro cerebro, en la reserva cerebral y en los principios de la rehabilitación neuropsicológica. Realizar todo tipo de actividades cognitivas (leer, resolver crucigramas, calcular, realizar programas específicos de estimulación-rehabilitación cognitiva…) puede ayudar a rehabilitar funciones cognitivas afectadas, mantener funciones cognitivas y actividades de la vida diaria conservadas y, en definitiva, a retrasar el inevitable declive cognitivo que acompaña a esta enfermedad. Existen diferentes programas de estimulación cognitiva que se ofrecen en la mayoría de los centros de día, residencias y asociaciones que de una forma sistemática y diferencial aplican diferentes programas (en función de las características de cada paciente y grado de deterioro). Las técnicas de estimulación cognitiva más empleadas son: orientación a la realidad, terapia de reminiscencia, programa de estimulación cognitiva basado en el trabajo de diferentes áreas cognitivas, musicoterapia, etc.
Sería pues recomendable, por su efecto beneficioso, realizar ejercicio físico y actividades cognitivas como complemento al tratamiento farmacológico.

¿Hay algún medicamento que pueda detener o ralentizar el curso de la enfermedad?

A pesar de que actualmente no contamos con un tratamiento curativo de la enfermedad de Alzheimer, existen tratamientos farmacológicos que pueden ser muy útiles al permitir controlar sus síntomas y luchar contra el desarrollo de la enfermedad, enlenteciendo su progresión. Estos tratamientos intentan combatir su progresión, ayudan a mantener las habilidades cognitivas (memoria, lenguaje, percepción…) y mejorar ciertos problemas de comportamiento como la ansiedad, la apatía y la agitación.
Estos fármacos deben ser recetados por un médico especialista que llevará a cabo una serie de pruebas, necesarias para realizar el diagnóstico y posterior tratamiento. En general se aconseja iniciar el tratamiento lo más precozmente posible y a una dosis baja, que se aumentará posteriormente para maximizar la eficacia, que se conseguirá al alcanzar la máxima dosis tolerada.
Existen diferentes formas de administración de los tratamientos disponibles que conviene conocer para una mejor adaptabilidad de las características de los pacientes y cuidadores.
Los tratamientos disponibles pueden administrarse:
Vía oral (cápsulas y gotas)
Se recomiendan las gotas sobre las cápsulas
si existen dificultades de deglución.
Se recomiendan las gotas sobre las cápsulas si existen dificultades de deglución.
Vía transdérmica (parche)
Se recomienda si existen dificultades de deglución,
y si entre los posibles efectos secundarios se
encuentran náuseas y vómitos, ya que evita
en gran medidas estos efectos secundarios.
Se recomienda si existen dificultades de deglución, y si entre los posibles efectos secundarios se encuentran náuseas y vómitos, ya que evita en gran medidas estos efectos secundarios.

¿Tengo que otorgar poderes notariales?

Es posible que las obligaciones económicas como pagar las facturas, gestionar la economía doméstica y/o empresarial, ocuparse de los seguros, etc. resulten difíciles y agobiantes. En ese caso es importante que un familiar o un amigo de confianza le ayude con esas tareas.

Pensando en cuando no sea capaz de llevar a cabo las gestiones económicas, debería otorgar un poder notarial a esa persona de confianza para que pueda actuar en su nombre si usted se viera imposibilitado para hacerlo
Es conveniente que, tan pronto como sea posible, informe a esa persona de su decisión de otorgarle un poder notarial para que le represente, le administre y disponga de sus bienes cuando usted no pueda hacerlo. Comunicárselo con tiempo le permitirá aprender y conocer qué debe hacer y cómo quiere usted que lo haga.

Quizá le resulte difícil permitir que otra persona haga estas cosas por usted, pero no debe avergonzarse de reconocer que tal vez necesite ayuda ajena. Es posible que las personas que le rodean se percaten antes que usted de que necesita ayuda.

Actividad motora

La actividad motora (caminar, correr…) en la enfermedad de Alzheimer permanece intacta durante mucho tiempo y permite la realización de ejercicio físico. Los beneficios más importantes de esta actividad son: mejora el funcionamiento del corazón, estimula la correcta oxigenación de los tejidos mediante la respiración, genera una sensación gratificante de bienestar y control motor sobre uno mismo, ayuda a mantener relaciones sociales si se realiza en grupo y en ámbitos deportivos, y mejora el rendimiento cognitivo.

Estimulación cognitiva

La estimulación cognitiva debe considerarse una intervención terapéutica complementaria al tratamiento farmacológico en la enfermedad de Alzheimer. Se basa en la capacidad plástica de nuestro cerebro, en la reserva cerebral y en los principios de la rehabilitación neuropsicológica. Realizar todo tipo de actividades cognitivas (leer, resolver crucigramas, calcular, realizar programas específicos de estimulación-rehabilitación cognitiva…) puede ayudar a rehabilitar funciones cognitivas afectadas, mantener funciones cognitivas y actividades de la vida diaria conservadas y, en definitiva, a retrasar el inevitable declive cognitivo que acompaña a esta enfermedad. Existen diferentes programas de estimulación cognitiva que se ofrecen en la mayoría de los centros de día, residencias y asociaciones que de una forma sistemática y diferencial aplican diferentes programas (en función de las características de cada paciente y grado de deterioro). Las técnicas de estimulación cognitiva más empleadas son: orientación a la realidad, terapia de reminiscencia, programa de estimulación cognitiva basado en el trabajo de diferentes áreas cognitivas, musicoterapia, etc.